PPI de Japón impulsa el yen y las negociaciones con EE.UU. refuerzan la confianza.

El 9 de abril de 2025, los datos publicados por el Banco de Japón revelaron que el índice de precios al productor (PPI) aumentó un 0,4% en marzo en comparación con el mes anterior y un 4,2% en comparación con el año anterior, superando las expectativas del mercado. Estos datos indican que el efecto de transmisión de la presión de los precios aguas arriba se ha intensificado, lo que podría impulsar aún más el índice de precios al consumidor (CPI), forzando al Banco de Japón a considerar un aumento de tasas o la retirada de su política ultra flexible en futuras reuniones de política monetaria.
El mercado reaccionó rápidamente, y los analistas señalaron que si el PPI continúa al alza, se incrementará la presión sobre el Banco de Japón para aumentar las tasas. Esto atrajo nuevas compras de yenes en la sesión de negociación asiática, con el dólar-yen cayendo momentáneamente por debajo del nivel de 147. El desempeño robusto del yen refleja las expectativas del mercado sobre un cambio en la política monetaria de Japón, así como la confianza en las perspectivas económicas y financieras del país.
Tras una conversación entre Trump y el primer ministro japonés Shigeru Ishiba, ambos acordaron iniciar conversaciones formales de comercio. El secretario del Tesoro de EE. UU., Bessent, también indicó que Japón podría ser un objetivo prioritario en las negociaciones comerciales. Esta noticia aumentó aún más la confianza del mercado en la estabilidad de la relación bilateral entre EE. UU. y Japón y en las perspectivas de cooperación comercial. Los inversionistas generalmente creen que esto ayudará a estabilizar el entorno de exportación de Japón y beneficiará el desempeño del yen.
Además, Trump anunció una pausa de 90 días en los aranceles para la mayoría de las economías, lo que mejoró rápidamente el sentimiento de riesgo en el mercado. La bolsa estadounidense respondió con un aumento, con el índice S&P 500 subiendo un 9,5%, registrando la mayor alza diaria desde 2008. Aunque el dólar rebotó a corto plazo, su desempeño se vio limitado por las expectativas de un recorte de tasas de la Reserva Federal. Mientras tanto, la compra de yenes como moneda refugio se enfrió tras el repunte del mercado de valores.
El análisis técnico muestra que el dólar-yen ha fallado en varias ocasiones en superar el nivel de 148, mientras que los indicadores de impulso (como el RSI) permanecen en territorio negativo, lo que indica que el mercado aún no está en condición de sobreventa. El soporte a corto plazo se encuentra cerca de 146,00, y si se rompe, podría probar el nivel psicológico de 145,00. La resistencia se sitúa entre 147,75 y 148,00, y un avance podría llevarlo a probar los niveles de 149,00 y 150,00.
Las actas de la reunión del FOMC muestran que los funcionarios de la Reserva Federal están preocupados de que la política arancelaria pueda impulsar la inflación, pero prefieren ser cautelosos con los recortes de tasas. El mercado anticipa que la Reserva Federal podría comenzar a recortar tasas en junio, reduciendo en total 75 puntos básicos durante el año. Al mismo tiempo, la expectativa de aumento de tasas en Japón se va consolidando, lo que podría disminuir el atractivo del dólar frente al yen.
A corto plazo, el yen ha recibido un doble apoyo del dato del PPI japonés y de la mejora en las perspectivas comerciales entre Japón y Estados Unidos. Sin embargo, la recuperación del sentimiento de riesgo global, en particular el rebote de los activos de riesgo, podría frenar gradualmente la tendencia de flujos de refugio hacia el yen. A mediano plazo, la reversión del diferencial de tasa entre EE. UU. y Japón podría guiar un retroceso del dólar frente al yen, pero si los datos de inflación en EE. UU. son sólidos, aún existe la posibilidad de que el dólar-yen vuelva a atacar la región de 148-149.


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